Diseñadora industrial durante diez años, en 2012 Jane cambió su enfoque hacia el impacto ambiental de la manufactura masiva. Su combinación de diseño y sostenibilidad ha generado resultados innovadores como la primera silla de oficina hecha con redes de pesca, productos fabricados con impacto positivo certificado y la eliminación de toxinas comunes en el diseño de productos.
Sus experimentos incluyen biomímesis, biofabricación y circularidad. Posee un profundo conocimiento de los sistemas y cadenas de suministro que proveen materiales a la industria de la construcción. Actualmente se enfoca en encontrar puntos de apalancamiento para generar impacto positivo a gran escala.